El 40% de la humanidad padece obesidad o sobrepeso. En gran parte eso se debe a los alimentos procesados industriales. No obstante, hay consorcios alimentarios que siguen apostando por productos diseñados para crear adicción.
El azúcar es una potente droga y puede generar dependencias severas. Los gigantes alimentarios lo saben. Por eso, emplean azúcar, grasas y potenciadores del sabor para seducir al consumidor y maximizar sus ganancias. La consecuencia: cada vez más personas en todo el mundo sufren obesidad o sobrepeso. Además, enfermedades como diabetes o dolencias cardiovasculares están ya a la orden del día. ¿Cómo se pueden cambiar o eliminar esas estrategias de la industria alimentaria?